El nieto de esta señora acaba de regresar a casa después de un largo tiempo fuera y cuando le cayó de sorpresa a la abuela ella no lo pudo creer y su reacción lo dice todo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.