Llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 1:21
Usted podría pasar por alto la genealogía de Jesucristo cuando lee en voz alta la historia de la Navidad. Pero no pase por alto su mensaje de gracia. Después de todo, esta es la esencia de la historia de la Navidad: En su misericordia, Jesucristo hizo por los pecadores lo que ellos no podían hacer por sí mismos, reparando vidas quebrantadas y restaurando esperanzas frustradas. Por eso Él vino, para salvar a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21).
He aquí la mejor parte: “La misma gracia que fue evidente en la genealogía está vigente hoy, y el mismo Jesucristo está salvando a su pueblo de sus pecados”. Ningún pecado, sin que importe cuán horrendo sea, pone a los pecadores fuera de su alcance. “Puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (He. 7:25).