A pesar de que a veces puedan ser algo traviesos las mascotas nos brindan sin duda alguna momentos de alegría y risa con su forma de comunicación y hasta su forma de pedir perdón.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.