Este pequeño compadre no pudo aguantarse la emoción de tener una nueva pelota roja como juguete. Después de correr tras de ella se tropezó y salió volando y tras darse semejante vuelta y golpe el perro no dejó de correr tras su pelota roja
El Señor Jesucristo rodea a todos los creyentes con su presencia (Sal. 119:151). Cuando usted tiene un pensamiento, el Señor está cerca para leerlo; cuando usted ora, el Señor está cerca para oír la oración; cuando necesita su fortaleza y su poder, Él está cerca para darlos.