Este pequeño gatito disfrutaba de su postre favorito y no quería dejar de comer hasta que se lo acabara todo… mira sus ojos que atentos están y su lengua no deja de probar… jajajajaja
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.