A primera vista parece que estamos viendo una imagen de un trapeador normal en una casa, pero despues de un tiempo te das cuenta de que es un perro muy peludo el que esta acostado en el suelo.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.