Los gemelos Kristian y Kristiana nacieron prematuramente a las 29 semanas de gestación y se quedaron dormidos en el pecho de su padre mientras se tomaban de la mano. Un momento bastante conmovedor.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.