Al no poder alcanzar su juguete preferido que se eonctraba en una repisa, este gatito tuvo que pedir ayuda a su hermana mayor, quien despues de un rato decidió “echarle una mano o mas bien una pata” para que el pequeño resumiera sus juegos.
Estas cinco palabras cuentan la verdad de nuestra fe. Si confiamos en lo que creemos, podremos ser una luz para los demás, inclusive ante la amenaza de dolor....