Aún en sus momentos finales, Dan Henning, encontró fuerzas para alabar a Dios y compartirlo con todo un hospital. Asi canto la canción de “Amazing grace” a traves de el altavoz del hospital donde se encontraba.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.