Los errores suceden, pero en realidad solo serían errores sino aprendemos de ellos. Errar es humano, perdonar y perdonarse asi mismo es solo de almas grandes.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?