9) Creo en el cielo porque es un gran incentivo para vivir una vida responsable y compasiva en todo momento.
Escépticos saldrán a relucir diciendo que para algunos creyentes que van hacia el cielo, este mundo no importa y que mejorar la vida en la tierra por lo tanto es una tarea destinada al fracaso. Pero quienes piensan así están equivocados, su pensamiento no es bíblico y sus enseñanza son engañosas. Tenemos grandes responsabilidades aquí en la tierra que van mucho más allá de intentar que la gente haga sus oraciones y se arrepientan de sus pecados para que puedan llegar al cielo. Fuimos comisionados para hacer discípulos.
“Los cielos son los cielos del Señor” dice el Salmo 115:16, “pero la tierra la ha dado a los hijos del hombre”. Somos mayordomos de este planeta por lo que tenemos que responder a Dios. Inclusive podemos decir que que aquellos trabajan para mejorar el planeta hacen en una manera el trabajo de Dios aquí en la tierra.
10) Creo en el Cielo por razones que aún estoy por descubrir
Hay mucho por aun descubrir y entender.
Muchos han dicho que estamos “programados” para creer en Dios y así mismo en el cielo. Felizmente acepto esto y lo veo como producto de la creación. El Dios que nos hizo nos creó con sigo mismo en mente con inmensa satisfacción.
Cuando lleguemos al cielo finalmente estaremos satisfechos pero solo hasta entonces. “En cuanto a mí, en justicia contemplaré tu rostro; al despertar, me saciaré cuando contemple tu imagen” (Salmo 17:15).
“Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros” (Juan 14:3).
Jesús mismo dijo estas palabras y yo las creo.
Escogo creer en Él.
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