Bueller fue abandonado por criadores de perros cuando se dieron cuenta de que estaba paralizado, pero gracias a estos buenos samaritanos que lo rehabilitaron, Bueller ahora puede caminar, jugar y dormir como todos los perritos.
Estas cinco palabras cuentan la verdad de nuestra fe. Si confiamos en lo que creemos, podremos ser una luz para los demás, inclusive ante la amenaza de dolor....