Gideon nació con una enfermedad genética que no le permite ver ni tampoco oir por lo que la estimulación física y el tacto son muy importantes. Mira como este pequeño angel disfruta enormemente de las cosas más simples.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?