Para hacer que esta simpática bebita deje de llorar mientras esperan a su papá en el carro, todo lo que tienen que hacer es ponerle su música favorita y de inmediato se pone a bailar.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.