Una pequeña reflexción de como poder relacionarnos con otros y compartir nuestra fe por medio de las palabras pero más que nada por medio de nuestras acciones.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?