Dos mujeres caminaban sobre un puente de ferrocarril que creían estar fuera de servicio, cuando un tren las sorprendió. Una de ellas cayó a las vías ¡y lo que pasó después todavía me tiene con escalofríos! ¡Dios estaba velando por ellas!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…