Una pequeña historia narrada con un gran sentimiento de profundidad y cariño. Es una historia que nos describe como Dios siempre llega a tiempo. ¡Ánimo, no desesperes!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?