Durante la ruta de este camión de carga hubo una rafaga de violentos vientos que casi hacen que este enorme camión de carga se volcara sobre su lado. ¡Impresionante!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.