Vivimos en un mundo que muchas veces es demasiado tenebroso, pero hay que estar seguros de que Dios está contigo sin importar lo que tengas que enfrentar. Y es esta simple verdad nuestra mejor arma para luchar en contra del miedo.
Yo batalle con miedo y dudas por muchos años, pero con el tiempo, encontré que las cosas que alguna vez me hubieran dado un ataque de ansias, ya no tenían el mismo efecto. No fue algo que sucedió de la noche a la mañana sino después de muchos días, meses y años.
Leía artículos de vida y de verdades, meditando en ellos y orando después de leerlos hasta que se me hacian tan familiares que pronto reemplazaron las otras cosas en mi mente que me agobiaban. No hay nada mágico acerca de los versículos o de las palabras pero si hay poder a través de los mismos puesto que son la palabra de Dios.