Todos estos chimpancés fueron robados de sus madres y encerrados en celdas para ser usados con propósitos de experimentación. Afortunadamente esta institución los rescato y trajo a un santuario en donde podrán pasar días más libres y felices.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?