Habacuc 2:2-3
Y el Señor me respondió: “Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablilla, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”. NVI
Creo que se ha dicho, y acertadamente, que la palabra profética tiene no solo una aplicación personal de ‘devoción’ aunque un poco oscura para las circunstancias presentes del lector, sino también una aplicación próxima o de consumación cercana al tiempo de la proclamación, como así también una aplicación y cumplimiento futuros. Por lo tanto, al releer nuestro versículo de hoy, nuestros corazones podrían ‘sentir un calor de devoción’ por algunos temas personales sobre los que Dios ha hablado para nosotros en nuestro ‘hace tiempo’, y que hará realidad ahora en nuestro ‘muy pronto’. ¿Puedes comprenderlo? En vista de esto, y permíteme ser cauteloso en este punto, no necesitarías leer la Biblia para experimentar una ‘afirmación espiritual’ ¿verdad? Pues Dios fácilmente podría comunicar esto a tu espíritu en una multitud de formas directas o indirectas. Sin embargo, pareciera que Dios con frecuencia deseara utilizar Su Palabra de una forma que yo llamaría ‘devota’. Es muy posible que tal ‘sentir’, como algunos lo llaman, tenga sus raíces en hechos reales, sin embargo, ese ‘sentir’ pudiera tal vez ser solo eso… ¡un sentimiento! Es solo a través de la madurez en Dios y de un profundo conocimiento de Su Palabra, que estaremos protegidos ante el egoísmo que con tanta frecuencia encontramos en esos sentimientos que no están basados en los hechos de la naturaleza revelada de Dios y Sus promesas verdaderas. No quiero descartar el sentir de tu corazón y la afirmación del Espíritu Santo dentro de ti, pero sé cuidadoso cómo lees.
Ahora bien, como sabemos, esta visión en particular tenía una aplicación inmediata tanto en relación con el cautiverio caldeo/babilónico como con su postrero final. Sin embargo, el escritor a los hebreos, guiado por el Espíritu Santo, personifica la visión en la persona misma de Cristo diciendo al lector hebreo de aquel entonces, (y a nosotros quizá, cristianos en necesidad de socorro y resistencia y considerando volver atrás): “Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que Él ha prometido: ‘Pues dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá, y no tardará. Pero el justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado’. Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida”. Hebreos 10:36-39 NVI
Por lo tanto, la visión escrita de Habacuc tiene una aplicación y un cumplimiento próximos, y también se traslada de manera profética desde el cautiverio babilónico hasta la Diáspora Hebrea y luego miles de años en el futuro hasta nosotros; hasta mí; ¡hasta ti! Esta visión, pues, resuena en toda la iglesia que lucha por Cristo y que es en ocasiones hostigada: “¡Jesús ya viene por nosotros! No pierdas la esperanza. No dejes de hacer el bien y de complacer al Padre. Ten fe. Todo estará bien. ¡Valdrá la pena! Pues, así como llegó la salvación de los babilonios, y con ella un regreso a Jerusalén, así llegará la liberación de tus problemas presentes y Jesús vendrá también y te conducirá a la ciudad de Dios, la madre de todos nosotros, ¡la Nueva Jerusalén de hombres libres en el cielo! Todo esto sucederá, tal como Dios lo ha dicho y en Su tiempo más perfecto. Mientras tanto, vive con fe en la infalible Palabra de Dios”.
El reloj de Dios es inamovible e imparable, no se apresura y es inexorable, pasando siempre con un tic tac y activando una cantidad de diferentes sonidos de alarma. Sin embargo, los tiempos de Dios no son los nuestros. Aun así, en el tiempo justo de Dios, nunca temprano, nunca tarde, lo que Él ha dicho y propuesto sucederá; sí… ¡sin duda pasará!
La visión de Habacuc era para declarar la culpabilidad de su pueblo, poner de relieve el peligro en que se hallaban ¡y guiarlos a su salvación a través de la fe en las misericordiosas acciones de su Dios! Por lo tanto, con fe y esperanza, con amor y expectación gozosa, espera con todos los santos a esa salvación tan cierta ¡y ten esperanza en el perpetuo fluir de las palabras de tan grandiosa declaración!
Reflexiona:- Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17 NVI Ora: Padre, haz que la certeza y el poder de las verdades de Tu Palabra sean para mí el combustible de todo lo que yo haga. Amén y que así sea.
Ora: – Padre, haz que la certeza y el poder de las verdades de Tu Palabra sean para mí el combustible de todo lo que yo haga. Amén y que así sea.